Los cambios a los que se enfrenta la humanidad a partir de la pandemia de covid-19 son de todo tipo. Ya se están viendo las consecuencias del confinamiento en áreas como la educación y las relaciones familiares. El área laboral no escapa de las necesarias transformaciones.

Como se trata de una pandemia, las medidas que se han tomado para frenar la propagación del virus han sido las mismas en varias partes del mundo, por lo que los efectos serán de igual manera globales.

Las consecuencias del Covid-19 en el lugar de trabajo

En lo que se refiere al sector laboral, el primer cambio ha sido la necesidad de trabajar desde casa. Aunque no todos los empleos permiten esta modalidad, se ha instaurado como una manera de seguir produciendo sin correr riesgos de contagio.

Aunque hay algunos países que ya usaban el teletrabajo, no era lo normal sino la excepción. Pero lo más importante es cómo evolucionarán estos cambios hacia la vida social de metro y medio. Todo indica que la cotidianidad se regirá sobre la base de un necesario distanciamiento que se va a mantener por muchos meses.

Muchos especialistas en herramientas para el teletrabajo aseguran que este será un cambio que se hará permanente una vez que se acabe la pandemia. Giorgos Balafoutis, arquitecto cibernético de Microsoft, aseguró a Euronews que el modelo de trabajo cambiará definitivamente. Considera que las compañías buscarán ser mucho más flexibles para que sus usuarios o empleados puedan trabajar, buscarán hacer un modelo laboral que permita completar tareas tanto desde la oficina como desde casa, sin mencionar los ahorros en gasto de oficina, transporte, etc.

Las consecuencias que dejará esta pandemia van más allá de las económicas. Los efectos se sentirán en las relaciones de trabajo. El empresario deberá evaluar cuidadosamente la conveniencia de permitir a los empleados desarrollar sus tareas desde casa. Sin embargo, surgirán algunos inconvenientes que, si no los estudia desde ahora, difícilmente podrá afrontarlos con éxito cuando se presenten.

Hay estudios de antes de la pandemia que indicaban que el trabajo desde casa incrementa la productividad de los empleados, y esto es algo que tomarán en cuenta los empresarios a la hora de que se levante el confinamiento. Además, la experiencia que se vive en la actualidad ayuda a reforzar la idea de que el teletrabajo no es tan pesado para las personas, pues hay ventajas como evitar el tráfico o atender las labores del hogar a la vez.

En la redefinición de las relaciones es en donde estarán los cambios profundos. Es posible que los grandes empleadores se plateen alternativas como mantener oficinas más pequeñas o realizar reuniones con todo el equipo de manera esporádica. Buscarán maneras distintas de trabajar. Pero su gran desafío será otro.

Si se suma entonces la dinámica del teletrabajo a las nuevas relaciones laborales, es obvio que surgirá la necesidad de compaginar esta modalidad con la del trabajo de oficina. Entonces, también cambiarán las relaciones con los colegas.

Preguntas prácticas

¿Cómo se abordará el trabajo en equipo?  ¿Como se abordará el regreso a las oficinas y cómo se coordinará con la gente que seguirá trabajando desde la casa? Cuando ya se regrese a los sitios de trabajo, cómo hará el director para que los empleados tengan el mismo branding, hablen el mismo idioma de la compañía, se sientan parte de la empresa y puedan trabajar juntos luego de meses de hacerlo desde casa. Lo que no es deseable es que dentro de seis meses se reúnan en la oficina y los empleados no se reconozcan, que no sepan cómo manejar estas relaciones y tengan que empezar desde cero.

Es evidente que lo que ocurre en la actualidad es el relajamiento de ciertas reglas y políticas de trabajo. Por ejemplo, los empleados ya no se visten apropiadamente para la oficina, el contacto personal es por un lado menos natural y frío, y por el otro se basa casi totalmente en cuestiones de trabajo, para lo que se usan herramientas tan impersonales como el correo electrónico o el whatsaap. Esto ya comienza a afectar el branding y la cultura de las organizaciones. También influyen en la manera como (no) vemos y tratamos a los clientes, el lenguaje de la organización se está tornando más “casero”. Todo forma parte de las redefiniciones que son urgentes para contrarrestar los efectos del confinamiento en las relaciones laborales. Lo que se recomienda es que este tipo de reflexiones y debates comiencen a hacerse de inmediato y no esperar a que se levanten las restricciones.

Buscar un lenguaje común

Compartir el lenguaje para mantener conversaciones y flujo comunicacional efectivo es imprescindible a la hora de integrar un equipo de trabajo, y para conseguir nuevamente este objetivo luego de salir del confinamiento hay que rescatar los valores de la organización. Hay que tomar en cuenta que no estamos acostumbrados a hablar de valores, pero además, el hecho de estar fuera de las oficinas por tanto tiempo ha hecho que esos valores compartidos se vayan perdiendo.

La cultura de una compañía se basa en las experiencias de cada uno en la organización y los valores compartidos por todos los trabajadores. Si tenemos buenos valores dentro de la compañía, podemos construir una cultura corporativa en la que todos se sientan seguros, valorados, tomados en cuenta y confiados.

A partir de la reflexión sobre los cambios que han ocurrido en las empresas y los que están por venir, hay una serie de recomendaciones que pueden ponerse en práctica para avanzar en la recuperación de la dinámica de trabajo. Son ejercicios que pueden contribuir al descongelamiento de las relaciones laborales.

  1. La primera de las recomendaciones es facilitar los encuentros entre los colegas. Para esto se pueden usar aplicaciones que permitan reuniones para motivar el intercambio de ideas y retomar la naturalidad de las interacciones en la oficina.
  2. Los empresarios o líderes de una compañía deben procurar conversaciones en las que se expongan los valores de la organización y cómo estos pueden ayudar a la unidad laboral.
  3. En el plano personal, es deseable que cada empleado estimule el contacto con sus colegas de manera grupal o individual.
  4. Hay que tener en cuenta que mostrar interés por el otro crea un ambiente seguro en el que la gente se siente invitada a participar. Es por esto que se recomienda organizar encuentros más allá de lo laboral para compartir chistes, reírse juntos, interesarse por el compañero, ofrecer apoyo y solidaridad.
  5. Las discusiones sobre el futuro de las empresas son ejercicios importantes a la hora de mantener la comunicación entre colegas. Reflexionar juntos sobre la vuelta a las oficinas, sobre cómo mantener el branding de la compañía o mantener el contacto con el público son muy necesarias.

Este articulo esta basado sobre una entrevista con Caribey Sánchez
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